Recojo el meme de Dorothy y advierto que voy a saltarme la regla de continuarlo.
Las reglas son:
Enlazar a la persona que nos invita en el post del meme.
Hacer constar las reglas.
Enumerar 10 de los libros que más nos han gustado y cinco de los que menos.
Elegir a seis personas que continúen el meme (ésta me la salto).
Avisarles con un comentario en su blog (ésta, evidentemente, también).
Los 10 libros que más me han gustado (sin ningún orden determinado) 1984. George Orwell Desde la tercera página ya estaba alucinando con la sociedad que había descrito este autor. No pude dejarlo hasta que lo terminé. El juego de Ender. Orson Scott Card Tictac. Dean Koontz Cuando lo empecé pretendía leer sólo el primer capítulo pero no pude dejarlo hasta que llegué a la mitad y me caía de sueño. Al día siguiente leí la otra mitad. El Conde de Montecristo. Alejandro Dumas (Auguste Maquet) Este libro no sólo me fascinó desde el principio sino que cambió totalmente mi visión sobre la venganza y algunos conceptos sobre la vida. La Historia Interminable. Michael Ende La leí en un fin de semana cuando tenía 11 años. Fue el primero de muchos libros que me enganchó hasta el punto de sólo parar para comer y dormir. El Método. Neil Strauss Un mundo feliz. Aldous Huxley Saga Harry Potter. J. K. Rowling No sabría decir por qué me gusta tanto, la verdad. Tengo que considerar la saga completa porque para mí es una única historia, aunque he de decir que si tengo que elegir uno me quedo con el último. Trilogía El Elfo Oscuro. R. A. Salvatore Los orígenes de Drizzt Do'Urden. Otro que sólo podía soltar para hacer las necesidades básicas. Confesiones de un Vampiro. Anne Rice Leí los cuatro primeros libros de la saga pero éste es el que más me gusta. Lo veo como más íntimo. Jonathan Strange y el Señor Norrel. Susanna Clarke
Los que menos El Código da Vinci. Dan Brown Paradójicamente uno de esos libros que sólo podía soltar para comer, cagar y dormir. Y cuando lo terminé pensé: “vaya mierda”. A lo mejor es que no lo entendí. Ángeles y Demonios. Dan Brown No lo terminé. Me pareció un calco del Código da Vinci. Superstición diabólica. R. L. Stine Éste tampoco lo terminé. Por si alguien no lo recuerda, Stine es el autor de la famosa serie de libros “Pesadillas”. Más o menos novelas de terror para niños. Nunca leí ninguno de aquella serie pero lo intenté con Superstición diabólica porque se suponía que era para adultos. Ná de ná. El crimen de la Hipotenusa. Emili Teixidor Éste a lo mejor está bien y todo pero me lo hicieron leer por la fuerza en el cole y no me gustó.
No puedo comportarme como una veleta, cambiando de opinión cada mañana, según el pie con el que me levante.
¿Y por qué no? Uno de los encantos de la vida es el libre albedrío y el no tener que sentirnos atados a nada, aunque sea una idea. Pero en ciertas decisiones no es conveniente, no nos hace nada bien no tener un rumbo fijo.
Necesito saber quién soy, qué es lo que quiero y, lo que es más importante, por qué lo quiero...
Después de seis largos meses, ya me ha llegado el carnet de submarinista. El bueno, el de plático con holograma y con mi foto, no esa mierda de cartón escrita a boli que he estado llevando durante todo este tiempo.
Le hubiera hecho una foto guapa con macro, un extreme close up, algo así como el logo de CMAS en el borde de la tarjeta, con el holograma y tal, pero es que no tengo macro...
Voy a montar una fiesta este finde. Cuesta tan poco ser feliz...
En su grave rincón, los jugadores rigen las lentas piezas. El tablero los demora hasta el alba en su severo ámbito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores las formas: torre homérica, ligero caballo, armada reina, rey postrero, oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra. Como el otro, este juego es infinito. .. Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero (la sentencia es de Omar) de otro tablero de negras noches y blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonías?
Si alguien se tomara la molestia de fijarse en cómo ha ido cambiando el contenido de los posts en este blog (no os la toméis, no lo recomiendo), se daría cuenta de que la intención inicial del blog era hablar sobre seducción; sólo hay que ver la URL del blog. Luego se fueron colando otros temas y al final he acabado abandonando la seducción.
Vamos, que esto era un poco caótico porque se suponía una cosa, fue cambiando, en fin... Y era necesario algún tipo de reorganización.
Pues ya está hecho. He borrado las miles de etiquetas que tenían los posts, he analizado los posts y creado ocho secciones en las que creo que pueden encajar los posts que ya hay y los que habrán. He asignado nuevas etiquetas conforme a esas secciones y he creado un menú para acceder a ellas.
Esto es un palabrejo para describir esa actitud más vieja que el mear de decir: "mañana lo hago", "luego lo hago", "ahora no me apetece". O sea: posponer las cosas.
No he encontrado en Internet (tampoco lo he buscado mucho) cuando se acuñó esto por primera vez. No sé si fueron los griegos, los descendiente de Freud (descendientes académicos, no de sangre, se entiende) o algún psicólogo recién salido de la universidad de Carnegie Melon. Siempre me hizo gracia ese nombre: Carnegie Melon, je je (momento Homer Simpson)
Así que no sé la visión técnica del término tiene 2 ó 2000 años pero vamos, que yo me acabo de enterar. Bueno, me enteré hace unas semanas cuando mi amigo David, que por cierto acaba de ser papá (felicidades, David), me habló de ello.
La cuestión es que el fenomeno está analizado, con sus posibles causas y consecuencias en otros aspectos que también trata la psicología, como la autoestima y cosas así. Y lo más importante: se proponen hasta soluciones. Así que si eres de los que está harto de posponer cosas y que luego le pille el toro, ya sabes lo que debes buscar en Google: "procrastinación".
Pues eso, golfillos y golfillas. Mi intención es descubrir el porcentaje real de gente que se ha acostado con alguien al conocerle o al quedar con esa persona por primera vez. O sea, lo que en la Comunidad conocen como un fiuno, o sea, finalización de una noche. Finalización es, como ya os podéis imaginar, acostarte con el objetivo y objetivo es, como también os imaginareis, la chica a la que queréis seducir.
Obvia decir que el porcentaje obtenido en esta encuesta no se acercará ni de coña al porcentaje real, sobretodo porque es una una encuesta en un blog minoritario como el mío, y no participará mucha gente.
Podría contar todo lo que encontré en la red investigando esto pero resumiré.
Descubrí el trailer del videojuego y lo posteé aquí: Mirror's Edge
De ahí a buscar la banda sonora por Internet. Ni EA ni Dice habían dicho por el momento "esta boca es mía". Se especulaba con un famoso compositor de música de videojuegos pero al final resultó una falsa alarma.
La muchacha se llama Lisa Miskovsky, ésta es su web, el tema Still Alive se compuso para el videojuego, la banda sonora con el tema original y cinco remezclas saldrá a la venta (falta por ver si aquí en España también) y aquí un video con calidad de sonido penosa con el tema original.
No es mi sobrina pero como si lo fuera. ¿A que es más mona que toas las cosas? Pues ale, a votarla que dice su madre que si gana el premio me invita a cenar...
Atentos a la entrada de hoy, que será una de las pocas veces que podréis ver a ReadOnly. Y ReadOnly es concretamente el que está agachado. Corcho, ya hablo como el César, en tercera persona... Y a la derecha Chili y su boya: la boya de la discordia.
Lugar: Cala Racó de Calpe Fecha: Domingo 14 de septiembre de 2008 Hora: 16:47 Temperatura ambiente: 28 grados Temperatura del agua: 24 grados Humedad relativa: Ni puta idea, como siempre
Para el que no lo sepa, es recomendable (u obligatorio, no lo sé) que los submarinistas lleven una boya señalizadora cuando salen de las zonas para bañistas. La boya lleva su correspondiente cordelito y uno de los buceadores que vayan delante lleva el cordelito; así la boya persigue a los submarinistas por la superficie.
Chili: Como tú vas en el grupo de cabeza, lleva tú la boya. ReadOnly: Vale, ¿y esto cómo se coloca?
Yo nunca había llevado una boya.
Chili: Pues colócate el extremo debajo del guante.
Pero de momento no llevo guantes, aunque debería, por el tema de tocar posibles bichos urticantes y tal. Así que como el extremo de la boya llevaba un mosquetón, me lo enganché al chaleco.
Hora: 17:15 aproximadamente Profundidad: 10 metros aproximadamente
Estábamos casi en el ecuador de la inmersión cuando Jorge, el líder del grupo, hizo la señar de bajar. Era un poco extraño porque ya estábamos en el fondo a diez u once metros de profundidad. Normalmente cada uno va a la altura que quiere; hay gente que va a ras de suelo pero yo prefiero ir un metro por encima del fondo: tienes más campo visual. “Querrá que nos posemos en el fondo para decirnos algo”, me dije.
De repente lo entendí cuando empezó a irse la luz. “Joder, qué rápido se ha nublado”, pensé. Miré hacia arriba y ahí estaba el Nautilus, un barco como una catedral con el suelo acristalado para que los turistas puedan ver el fondo marino. “Mierda, ¿y la boya?” Miles de ideas pasaron por mi mente como un rayo. La imagen de la boya enganchada en la hélice, la hélice enrollando el cordel y el cordel tirando de mí hacia arriba. Y yo sin cuchillo. ¿A cuántas revoluciones por segundo gira una hélice de barco? ¿Cuánto puede tardar en enrollar diez metros de cordel? ¿Lo suficiente para que me diera tiempo a desenganchar el mosquetón? ¿Se puede desenganchar un mosquetón cuando el cable está tenso?
Todo estaba lleno de burbujas. Yo miraba hacia arriba buscando la boya y veía el cable que salía de mi chaleco pero el cable subía y se difuminaba en una nube blanca y azul de burbujas. Un tiempo precioso buscando la boya que podría haber invertido desenganchando el mosquetón del chaleco pero ya se sabe: a posteriori se ve siempre todo muy claro.
Por fin la vi. A cinco metros del barco. Empecé a tirar del cordel todo lo rápido que pude para alejarla del Nautilus hasta que estuvo lo suficientemente lejos. En ese momento me desenganché el mosquetón y a partir de ese momento lo llevé en la mano como un niño que lleva un globo de feria pero sin anudármelo al dedo.
Hora: 17:40 Profundidad: Superficie
Chili: Es que no te tienes que enganchar la boya. Por eso yo me meto el mosquetón debajo del guante y listo. ReadOnly: Menos mal que me has avisado...
Y al secreto al que me refiero no es el de fingir un orgasmo, cosa que, que yo sepa, nunca me ha tocado. Y si me ha tocado me quedo con el "que yo sepa" (ojos que no ven...)
Un frusco (frustrado común) no es una persona que no liga; hay muchas personas que no ligan y no son fruscos. Un frusco, como su propio nombre indica, es una persona que no liga y se siente frustrado por ello.
Como bien sabemos en la Comunidad de la Seducción, los fruscos los crea la sociedad. Eso no es nada nuevo. Les confunde, les anula la capacidad de seducción. Pero no es lo único, además es tan cínica que les convence de que su objetivo es seducir. “Mira chato, tienes que ligarte muchas tías, cuantas más mejor. Es tu objetivo y si no lo consigues serás un mierda. Pero tranquilo que te voy a confundir y no vas a tener ni idea de cómo hacerlo.”
Es decir, introduce en el individuo la necesidad de autorrealización de ser un seductor. Introduce ese objetivo en la mente del hombre, esa meta a conseguir. Y al final el frusco acaba pensando que eso es lo que se espera de él. Y pasa de creer que es lo que quieren de él a creer que él mismo es el que lo desea.
Cobrarse la pieza
Existen todavía unas creencias muy machistas sobre la seducción. Y son las que nos dicen que tenemos que ligarnos muchas mujeres. Y cuantas más mujeres y más atractivas sean, mejor. Acaba siendo como un deporte: nuestros éxitos se miden por cuántas piezas hemos cazado y la calidad de las mismas.
Esto lo he podido comprobar conmigo mismo con la última chica que seduje. Me puse a ello, apliqué las técnicas, por decirlo de alguna manera, y en cuanto me hube enrollado con ella di la seducción por exitosa. A partir de aquel momento ya me daba igual lo que sucediera. Por supuesto, la chica me gustaba y yo quería llegar más lejos pero ya consideraba el trabajo como bien hecho. Y por supuesto que cada uno considera una seducción exitosa según sus criterios. Yo estaba en la Comunidad para demostrarme que podía gustar a una mujer lo suficiente para que se enrollase conmigo y automáticamente mis seducciones se dan por buenas en cuanto eso sucede.
Así que al final todo el tema de sentimientos, amor y demás queda en un segundo plano, eclipsado por el Reto. Los sentimientos por la chica quedan detrás del júbilo por haberse cobrado la pieza. Otro ejemplo lo da Style cuando, en un local de copas, consigue el teléfono de un rubia de bandera que, de tan despampanante, nadie se atrevía a acercarse. Y él mismo reconoce esa sensación cuando dice que lo que menos le importa es la posibilidad de tener sexo con aquella mujer, que como mujer en sí misma no tiene ningún interés; lo que más le importa es haber dado una demostración de cómo era la seducción perfecta, delante de sus alumnos.
La Comunidad y el Juego
Yo no creo que la Comunidad aporte el mejor remedio para los fruscos. Más bien al contrario, la Comunidad alienta ese espíritu deportivo y la prueba es que la seducción se considera un juego. La Comunidad no le enseña al frusco que esto no es un juego, sino que le enseña a ganarlo. Y a partir de aquí, al seductor de la comunidad, haya sido frusco o no, le pueden suceder dos cosas: que vea la luz y se dé cuenta de la pantomima, o que no se dé cuenta y acabe contabilizando su éxito como aven (seductor) por la cantidad de tbs (tías buenas) que seduce por unidad de tiempo, y la puntuación de las mismas.
Así, el aven acaba pasa de ser el perdedor al ganador del juego, pero está igual de alienado que lo estaba el frusco, puesto que la alienación consiste en ese instinto de ganar, de considerar todo esto como un juego.
Son pocos pero famosos los casos de avens que han dicho que se retiraban porque se habían dado cuenta de que se habían “robotizado” y que se notaban extraños, que de repente aquello no tenía sentido. Que hayan conseguido o no dejar la Comunidad es otra cosa, pero lo intentaron. ¿Qué decir de Mystery, tal y como lo presenta Style en su libro? Un frustrado en todas las facetas de su vida excepto en seducción, una imagen en negativo de muchos fruscos; un tío cuyo objetivo era conseguir el mayor número de conquistas y cuando llega al tope en que no puede mejorar, cae en profundas depresiones, diciendo que “la vida no tiene sentido”.
Otro ejemplo de todo esto es la anécdota que cuenta Mario Luna sobre su experiencia con las prostitutas. Lo que él mismo llama tocar fondo. Pagar por follar es una cosa que te puede parecer bien o mal. Y te puede parecer mal por muchas razones, por ejemplo, porque compadezcas a las pobres chicas cuyas desgraciadas circunstancias las han llevado a meterse a putas. O porque te dé cosica meterla ahí donde la ha metido vete a saber quién. Que también es tratar a la muchacha un poco como un objeto pero en fin: aceptamos barco. Pero cuando te parece mal porque te lo tomas como un fracaso, como una rendición, como una derrota en un objetivo que te habías impuesto, algo falla. Y precisamente bajo esa premisa se convirtió Mario en uno de los mejores avens.
Lo dejo
La mentalidad de juego me ha estado haciendo daño desde hace muchos años. La mentalidad de juego, de reto, de objetivos, de misión por conseguir, de puntos por marcar; la mentalidad en que si lo consigues has ganado y si no, has perdido.
Una mentalidad que me ha llevado a necesitar seducir a casi cualquier mujer que se me pusiera por delante, y cuanto más atractiva más grande era la necesidad. Una necesidad falsa, que incluso me llevó a pensar que todas aquellas chicas me gustaban, o que estaba enamorado de ellas. Lo que me destrozó no fue fracasar con todas aquellas chicas porque me gustaban y no me sentía correspondido; lo que me destrozó fue enchocharme con ellas de una manera tan automática. Dicho de otra manera: lo que me jodió no fue perder, sino jugar. Y ahora puedo decirlo porque tengo testimonios de hombres que, en mi misma situación, ganaron el juego, y se liaron con todas aquellas chicas, para acabar igual de vacíos que me sentí yo.
En las relaciones sexuales y/o sentimentales no se gana ni se pierde. Se tienen o no se tienen.
Dicen que hay algo más difícil que aprender algo: desaprenderlo. Y la Comunidad no es un buen sitio donde deshacerme de esas creencias tan interiorizadas de objetivos cumplidos o por cumplir. El Juego no es un aspecto más de la Comunidad del que se pueda prescindir, ya que la Comunidad se basa en él. La terminología, las técnicas, las conversaciones entre avens, los seminarios... La filosofía en sí de la Comunidad está basada en el Juego.
Esta historia la leí ayer en un antiguo libro sobre diseño de software que había por mi casa. Es la historia del desastre del Ariane 5.
Al parecer, una de las pruebas del Ariane 5 terminó en desastre. Creo que el texto habla de una pérdida de 500 millones de dolares; supongo que perdieron el cohete, quizá estalló, quizá se estampó contra el suelo o simplemente perdieron el control y se perdió en la inmensidad del espacio. No sé.
Pero a lo que vamos: la razón del fallo.
Como todo buen software, el programa de control del cohete tenía sus manejadores de excepciones. De todas las que se podían producir. De todas menos una: la excepción que se produce si intentas convertir un número en coma flotante de 64 bits a un entero de 16 bits y no cabe. ¿Y por qué no controlaron esta excepción? ¿Se les pasó por alto? No, lo que pasa es que, según las especificaciones, esta excepción no se podía producir.
Es una buena práctica controlar excepciones aunque no se vayan a producir pero en este caso no se hizo para evitar sobrecargar el código innecesariamente. Y como, según la especificaciones, esa variable de 64 bits nunca tomaría un valor que produjera error al convertir a entero 16 bits, no se controló.
Así pues, ¿qué sucedió? ¿Estaban mal las especificaciones? No. Las especificaciones eran correctas... PARA EL ARIANE 4. Es lo que tiene la reutilización de software. La variable de marras contenía un valor de inclinación y el Ariane 5 no se inclinaba igual que el Ariane 4. La variable tomó un valor chungo, la conversión falló, se produjo una excepción y como no había manejador para esa excepción, el programa terminó inesperadamente. Lo que sucedió después con el cohete no lo pone en mi libro, pero supongo que en Internet habrán más detalles. De hecho, hay páginas con explicaciones más detalladas, con las formulas y valores reales que intervinieron en la conversión fatal.
La cuestión: tropocientos millones de dolares perdidos por un pequeño despiste de análisis.
Curioso el fenómeno, pero conforme iba leyéndolo iba pensando en los efectos del Efecto Dunning-Kruger, valga la redundancia, cuando afecta a las habilidades sociales, más que a las técnicas. Recuerdo a la gente inoportuna, los hijos de puta que no tienen respeto a nada, y los pobres diablos que siempre hablan fuera de lugar, incapaces de identificarse con cierta situación o sentimiento. Creo que los casos más graves de esta falta de identificación pueden diagnosticarse como Síndrome de Asperger. ¿Esta gente también pensarán que caen genial a la gente y que son la leche?
Justo iba pensando eso leyendo el mencionado artículo del Efecto Dunning-Kruger cuando llego al final y me paro en un pequeño párrafo que dice textualmente:
Daniel Ames y Lara Kammrath extendieron este trabajo a la empatía, y a la propia percepción de ésta.
Yo soy de los que va en coche al trabajo. 15 ó 20 minutos, no más. Supongo que, en teoría, es el tipo de viaje en coche que más fastidia: 20 minutos de compartir vías con conductores malhumorados porque son las ocho de la mañana, tienen sueño y tienen que ir a trabajar. Encima nublado...
Sí, en teoría, el tipo de viaje en coche que más fastidia. En teoría...
Hoy hacía la temperatura ideal. La temperatura con la que puedes prescindir del aire acondicionado, abrir las ventanillas y disfrutar del viento en la cara. Con el disco de Amaral sonando a toda leche. Cuando eres capaz de apreciar un viaje así, y encontrar la belleza del sol semioculto por las nubes perfilando los primeros edificios de la entrada a la ciudad de Valencia...
Cuando eres capaz de disfrutar de todo eso un martes por la mañana yendo a trabajar, y olvidarte de todo lo demás, es que te estás acercando a la felicidad.
No es imprescindible pero sí recomendable ver el documental cuyo enlace posteo al final para entender el post un poco mejor.
El fin de semana pasado me robaron el móvil. Bueno, el móvil y más cosas, entre ellas el DNI. No aprecias algo hasta que te falta, y no aprecias el DNI hasta que lo pierdes. Nunca te da por pensar todas las cosas que te permite hacer ese pequeño trozo de plástico hasta que tienes que hacerlas todas el mismo día... y no tienes DNI.
En la tienda Vodafone: ReadOnly: Hola, es que me robaron el móvil y quiero solicitar un duplicado de tarjeta. Muchacho imberbe: ¿Tienes el DNI? ReadOnly: No, también me lo robaron. Muchacho imberbe: ¿Pasaporte? ReadOnly: No tengo.
Situación similar, si no idéntica, en Atención al Cliente del Corte Inglés para que me hicieran la tarjeta de compra y poder comprarme una billetera nueva, para sacarme un duplicado del carnet de conducir y pedir duplicados de las tarjetas de crédito.
Pero me estoy desviando. La cuestión es que cuando volví a tener DNI volví a la tienda donde el muchacho imberbe y mientras esperaba a que el susodicho me hiciera las gestiones no pude evitar escuchar una conversación que tenía lugar a mi lado entre otra dependienta morena de buen ver y una clienta de mediana edad. Bueno, quien dice conversación dice monólogo.
Clienta: Pues mira es que a mi móvil le pasa nosequé.
Le entrega a la dependienta un peazo de móvil Nokia de la serie N o la serie E, no sé, y la dependienta se pone a intentar desfacer el entuerto...
Clienta: El otro día estuve con un amigo que vive en Inglaterra y dice que allí los teléfonos de pantalla táctil están baratísimos.
Dependienta: Sí, es que en España siempre vamos por detrás. Clienta: Pues sí, yo que estaba supercontenta con este móvil y cuando vino me dijo: "Pero tía, ¿no me habías dicho que tenías móvil nuevo? Si esto es una birria..." Y a mí se me caía la cara de vergüenza.
A mí se me caía el alma a los pies de comprobar que lo que dice el documental es cierto. Que existe esa locura colectiva por la que nos obligamos los unos a los otros a consumir, a tener siempre lo último porque si no, no molas tanto. Ya no importa que el móvil haga esto o lo otro. Importa que salen los móviles de pantalla táctil y debes tener uno para ser más guay que los demás y cuando todo el mundo empiece a tenerlos deberás tener uno para no ser menos guay que los demás. Si no, se te caerá la cara de vergüenza.
No son pocas las veces que me he planteado las razones por las que me metí en la Comunidad. Pero creo que a día de hoy sí las tengo claras. Es importante tener claros los objetivos porque a la hora de hacer balance sabes si se han cumplido o no. Y en qué medida.
Supongo que, como muchos, quizá demasiados, entré en la Comunidad de la Seducción para dejar de ser un frusco. Para el que no lo sepa, un frusco es un hombre frustrado por su escaso éxito en las relaciones sexuales y sentimentales con las mujeres. No es una buena razón. Bueno, en realidad sí lo es. Lo es y no lo es. Lo es porque cuando uno es un frusco y sufre por ello tiene pocas opciones para dejar de sufrir. Y no lo es porque los fruscos tenemos ciertas características que nos hacen tener menos probabilidad de éxito que alguien que entre, por ejemplo, porque ya tiene éxito con las mujeres pero quiere perfeccionarse.
Así que el proceso no es convertir a un frusco en un aven sino desenfruscar al frusco y, una vez hecho esto, se puede convertir en aven (un aven es un artista venusiano, es decir, un seductor). Pienso que es donde tiene la importancia el juego interno. Uno debe cambiar sus objetivos en cuanto entra en la Comunidad. De las primeras cosas que se le dicen son: “tú no necesitas una mujer”, “tú no estás por debajo de las mujeres”, “tú no sargeas por necesidad sino porque te gusta”. (Sargear es salir a ligar). En pocas palabras: “tú no estás aquí para dejar de ser un frusco porque tú acabas de dejar de ser frusco”.
Bueno, más o menos.
Desde el principio yo me preguntaba si quería ser un aven. Al principio creía que sí pero luego empecé a preguntarme si realmente me gustaba ir liándome o tirándome a diferentes mujeres, cuantas más mejor. Pues claro que me gustaría, pero por el simple hecho de que nunca había sido capaz de hacerlo mientras que todo el mundo decía que eso debía ser la leche y era lo que a mí me debía gustar. ¿Pero cuánto tiempo hubiera aguantado haciendo eso?
Investigando sobre seducción en fuentes externas a la Comunidad llegué a la conclusión de que yo había seducido a mi ex-novia. Cuando era un frusco pensaba que había sido fruto de la casualidad y de que yo era incapaz de seducir pero parece que uno no ve lo que no quiere ver. Y desde hace unas semanas he sido capaz de seducir a una chica maravillosa con la que he pasado uno de los mejores fines de semana de mi vida. Me he analizado y he visto que realmente la he seducido, siguiendo los principios de la Comunidad.
Así pues mi objetivo inicial ya se ha cumplido. ¿Significa esto que ya soy un aven? Pues supongo que por haber seducido dos mujeres en mi vida no. Pero la cuestión es que no me importa. ¿Significa esto que dejo la Comunidad? Pues tampoco. Sólo significa que ya no soy un frusco ni me voy a obsesionar con el Juego ni con el material enlatado ni nada de eso. No voy a tirar a la basura el SexCode ni mis otros libros sobre seducción, ni los voy a guardar en una caja, ni voy a dejar de pasarme por la web de SexCode u otras para ver novedades o cursos, ni voy a dejar de leer los blogs de Petur, Seriak o Mario di Domenico, que son a los que estoy suscrito.
Todo esto significa que paso de curso, que hago balance del curso 2007-2008 y que el balance es positivo: yo mismo me apruebo.
Lugar: Calpe, Playa de Levante (lado norte del Peñón, para más señas) Día: Sábado 14 de junio de 2008 Hora: 22:07 Temperatura: Ni puta idea Humedad relativa: Idem
Mientras nos equipábamos un señor y una señora que daban una vuelta por el paseo se nos quedaron mirando. “No señora”, pensaba yo, “no estamos tan mal de la cabeza como parece. ¿O sí? No sé.”
Bajamos a la playa y encendimos las linternas antes de meternos en el agua para que no se mojaran por dentro. Las llevábamos colgando de una anilla del chaleco y conforme nos íbamos metiendo, el agua nos llegaba cada vez más arriba. Llevábamos las aletas en la mano y anduvimos hasta llegar a un punto en el que el agua nos cubriera hasta el pecho, más o menos, para que fuera fácil ponérnoslas. Estaba todo oscuro y no veíamos nuestros pies salvo por los círculos de luz que proyectaban las linternas en el suelo, ya que iban colgando de los chalecos.
Nos paramos, hinchamos los chalecos y nos pusimos las aletas. Cuando el chaleco está lleno hace de chaleco salvavidas; por eso no hace falta saber nadar para sacarse la licencia de buceador, pero eso la gente no lo sabe y los que no saben nadar no se atreven a bucear. Con el chaleco hinchado fuimos aleteando hasta un sitio donde hubiera bastante profundidad. Cuando llegamos al sitio nos miramos. Apenas nos veíamos las caras con la luz que llegaba de los garitos de la playa.
—Reguladores en la boca —dijo Sergio.
Aclaración: Sergio es el instructor, y el regulador es la boquilla por la que se respira. Pulsamos el botón de deshinchado y empezamos a bajar...
Es como pasar a otro mundo. Ya no se oye nada y la gravedad deja de existir. Flotas suspendido en el agua como en un sueño fantástico donde puedes ir donde quieras, arriba, abajo, izquierda, derecha... puedes quedarte de pie, darte la vuelta, ponerte boca abajo... De día todo se ve más grande y con otro color, pero de noche no se ve nada. Y bueno, eso de que no se oye nada... no es del todo cierto. Oyes las burbujas salir de tu regulador y el agua chapoteando por dentro de la capucha de tu traje de neopreno, pero el sonido es tan distinto que contribuye a dar la sensación de que estás en otro mundo. Llegamos al fondo y cogimos las linternas para iluminar por dónde íbamos.
Es como irreal, aunque en ese momento lo irreal es el resto del mundo. Piensas que el día anterior estabas sentado frente al PC programando. O piensas en esa misma mañana, cuando estabas enseñando una coreografía a tres niñas de trece años. O en otros sábados por la noche, cuando estarías a menos de un kilómetro, en los garitos de la playa, con un gin-tonic en la mano y bailando al Bisbal. Y resulta que lo irreal son todos esos recuerdos, todos te resultan super extraños, porque te da la sensación de que el mundo real está ahí abajo, donde de verdad quieres estar, donde se ve poco y se oye menos...
Al principio pensaba que al bajar tendría miedo, pero resultó todo lo contrario. Creo que habré estado en pocos lugares en mi vida donde pudiera experimentar esa paz y tranquilidad. Todo está quieto, todo sucede despacio...
Por lo demás, vimos un pulpo pequeñín, de un palmo de tamaño más o menos, una cría de barracuda de dos palmos y varios peces trasnochadores que en cuanto los iluminabas desaparecían entre una nube de arena. “Se habrán desvelao y no podrán dormir”, pensaba yo. “Cómo les entiendo, a mí me pasa a veces. Yo también saldría a dar una vuelta...”
Hace tiempo buscaba algo. Y más o menos lo encontré.
Entonces estaba bien. Fue hace unos meses. Y me planteaba si estaba preparado para entrar en la Comunidad, o si quería. Al principio decidí que no estaba preparado, dependía demasiado del resultado, cosa que ya sabemos que no hay que hacer. Unos meses más tarde decidí que ya podía empezar...
La cuestión es que hace unos meses podía decidir si quería estar aquí o no, y hoy no puedo. No tengo elección.
Este camino es duro y las tentaciones de rendirse y volver atrás son fuertes. Hace nada estaba supermotivado y pensaba que no quería volverme atrás. Por nada del mundo. Hoy, dándole vueltas a un post de freelover, me he dado cuenta de que, no es que no quiera, ES QUE NO PUEDO volverme atrás. No tengo elección. Necesito hacer esto sí o sí. Porque si no sigo con esto, no tengo nada.
El bazucazo que ya comenté en su día es parte de un post del foro de SexCode donde comentaba todo el meollo. De dicho post, aparte de comentar aquí el bazucazo, voy a copiar la repuesta del maestro Henky puesto que me parece un análisis cojonudo, de los mejores que recibí (sino el mejor):
Empiezo diciendo que no he podido leer todavía las respuestas de los compañeros, así que es posible que alguno de ellos haya comentado algunas de las cosas que voy a decir a continuación; tengo algo de prisa pero quería responder a este post antes de marcharme.
Durante el Juêgo Dirêcto , es especialmente importante dejar claro y ser congruente con la idea de que tu interés es condicionado a tus cualificadores, ¿realmente crees que la respuesta de Sandra fue tan mala?
El Abridor , aún cuando sea directo, es el primer paso del Juego , no el Juego en sí mismo. Si así fuera, si después del Abridor ella se lanza a tus brazos presa de la lujuria, no solo estarías ante un Mate del Tonto , sino que además la chica tendría un par de ovarios y se podría considerar bastante proactiva. Utilizaste el Abridor directo dejando claro que sentías atracción por ella y que querías conocerla por X e Y; aquí cometiste el primer error, tienes que desarrollar más los cualificadores y ella tiene que corroborarlos, tiene que admitir que es X e Y, porque tu interés depende de ello. La respuesta de que se está viendo con un chico es, amigo mío, un Têst de Congruência como una catedral. Tu has dicho que quieres conocerla, no que quieras casarte con ella, ni salir con ella, ni siquiera acostarte con ella, lo que tú quieres es conocerla para descubrir si lo que piensas sobre su personalidad es cierto y, entonces, y solo entonces, cuando su personalidad te atrae tanto como su físico, avanzar hacia otro nivel. Esta idea tiene que estar clarísima y más cuando se juega directo (en realidad, el interés condicionado es común a cualquier estilo, ¡metéroslo en la cabeza por favor!). Si te rindes y esperas en silencio a que ella continúe con la interacción dejándose caer en horizontal sobre ti, malo; has abierto, ahora, ¡debes seguir jugando! ¿Cómo? Pues argumentando tus cualificadores, haciendo que ella se cualifique para ti confirmándolos y, atención aquí, desarmándola. ¿A ti que más te da si se está viendo con un chico? Tú quieres conocerla, ¡mantente congruente con esa idea! Si ante la presencia de cualquier rival, real o ilusorio, tu reculas y te rindes, buff, mala situación. A ti te interesa ella, y quieres descubrirla; déjala claro que no tiene nada ganado contigo, simplemente querías descubrir si ella estaba o no a la altura de tus expectativas porque te resulta atractiva y tu eres un tío con un par de huevos que aprovecha las oportunidades que se le presentan ¡Esto es lo que tienes que transmitir! Jugar directo no tiene nada que ver con regalar el Juego y esperar a que ella admita o rechace un envite a todo o nada, al contrario, hay que jugar constantemente con los cualificadores y desarmadores, tira y afloja, tu interés está constantemente condicionado y el hecho de que ella sea guapa ha logrado atraerte únicamente hasta este punto, lo que ocurra a continuación depende de su personalidad y su esencia.
Como siempre, la palabra mágica es CONGRUENCIA. La respuesta de Sandra, si bien no era la mejor que se podía esperar, no resultaba tampoco tan mala y, por supuesto, está muy lejos de ser un Bazucazo . Era un Test , tú decías que querías conocerla pero no lo pasaste, si realmente hubieras querido conocerla te habría importando una mierda el otro chico, de hecho, debe importarte una mierda el otro chico, y más aún si es ella misma la que suaviza su propio test diciéndote que “no es nada serio”, cuando en realidad te estaba diciendo, “venga, la primera barrera te la pongo facilita, un aro sencillito, por que has tenido un par de huevos”. Directo está muy muy lejos de significar rápido, y no esperes nunca encontrarte un camino de rosas de tránsito descaradamente fácil; rápido y fácil significa Mate del Tonto . Para la próxima, amigo ReadOnly, recuerda que, después del Abridor , ¡empieza el Juego !
Hoy es día 8 de mayo de 2008. Hoy es el cumpleaños de mi ex y quizá el primer año desde que cortamos que no la voy a felicitar (todavía no lo he decidido). La verdad es que no sé cuántos cumple, creo que 27.
Pero hay un aniversario más importante todavía. Hoy hace exactamente 10 años que me operaban de miopía. El 8 de mayo de 1998 me metían el láser por los ojos cual espada de Darth Vader.
Llevaba años obsesionado por mi físico, pensando que mis horribles gafas de culo de vaso (10 dioptrías ni más ni menos) eran la única causa de todos mis males y mi fracaso con las mujeres. Aquel 8 de mayo de hace diez años me levanté de la cama pensando que ya había llegado mi hora y que librarme de mis gafas y empezar a triunfar serían todo uno.
Abridor indirecto (pero no situacional). He usado concretamente el de las colonias. He bajado con un boli a la perfumería Prieto, me he puesto una colonia en cada muñeca, me he hecho dos rayitas en una muñeca, una en la otra, y he salido.
Primer set. Una TB 6.5. ReadOnly: Perdona, necesito una opinión femenina. Huele. Le acerco una muñeca. ReadOnly: Y ahora ésta. Le acerco la otra. ReadOnly: ¿Cuál te gusta más? TB: Ésta. ReadOnly: Gracias.
Fatal. Creo que ha sido porque he pillado a la TB demasiado desprevenida. Le estaba dando a oler las muñecas y me estaba mirando con cara de “¿quién es este tío tan raro?”, “¿qué quiere de mí?”, “¿por qué me está preguntando esto?”, “¿me va a hacer daño?”. Me he sentido incómodo y he cortado enseguida. Debería mejorar eso porque se supone que me divierto con esto, se supone que me divierto viendo las reacciones de la gente, sean cuales sean.
De hecho, ahora que lo estoy recordando, me hace gracia. Pero en el momento me he sentido muy incómodo. Pobreta, siendo tan asustadiza y retraída se debe perder un montón de cosas.
En fin, he seguido en busca de mi siguiente víctima pero cada vez que me cruzaba con una chica que iba en dirección contraria me echaba atrás. Debe haber sido por ese primer corte. Curioso, porque se me subían a la garganta cuando me cruzaba con una chica andando, pero he visto un set de 4 sentado en un banco y no he tenido ni que pensármelo; era como si una fuerza invisible me empujara. Digamos que eran TB7; además, como eran menores de edad y no pretendía enganchar, poco importa.
ReadOnly: Hola chicas. ¿Puedo haceros una pregunta? TB-A: Vale. ReadOnly (acercándole una muñeca): Huele. TB-A: Ya. ReadOnly: Ahora ésta. ¿Cuál te gusta más? TB-A: Esa. Me vuelvo hacia TB-B. ReadOnly: Ahora tú. Huele. TB-C: Qué divertido. TB-B: Ya. ReadOnly: Y ahora ésta.
Lo he repetido con las cuatro, y han empezado a decir cuál les gustaba más:
TB-C: Es que esa me recuerda a Alfonso. TB-A: Es verdad. ReadOnly: Y a ti te gusta Alfonso. TB-C (Risas): No, qué va. ReadOnly: ¿Y cómo es Alfonso? A ver si elijo su colonia o no. ¿Es un tío guay? TB-C: Es un poco pijo. ReadOnly (poniendo entonación adecuada): ¿Un poco osea, sabes? Risas. TB-C: Sí. ReadOnly: Pues ya lo tengo claro. Me quedo con la otra.
Efectivamente, TB-C llevaba la voz cantante y a TB-D no se le oía.
TB-C (refiriéndose a la colonia de Alfonso): Y es que esa colonia me recuerda a mi padre. TB-A: Es verdad. TB-B: Sí. ReadOnly: Pues si antes ya lo tenía claro, ahora lo tengo clarísimo. Sonríen. ReadOnly: Bueno chicas, muchas gracias. Hasta luego.
He salido del set más contento que unas pascuas. Así que en cuanto he visto otras dos TB en otro banco (TB8 y TB 8.5) casi me tienen que sujetar.
ReadOnly: Hola chicas, necesito opinión femenina. TB-A: Dinos. ReadOnly: Huele. TB-B ni siquiera ha esperado a que le preguntara a ella. Me ha cogido la otra muñeca y la ha olido.
A las dos les gustaba más la de Alfonso.
ReadOnly: Tía, pues hay una chica que me ha dicho que esta colonia le recuerda a un chico de su clase muy pijo, osea sabes, y otra me ha dicho que le recuerda a su padre. Risas.
Esta conversación ha durado menos.
ReadOnly: Bueno chicas, muchas gracias, hasta luego. TB-A: Hasta luego. Sonrisa de oreja a oreja de TB-A y... me guiña un ojo.
¡Toma Indicador De Interés cuando me estoy yendo! Si lo llego a saber...
En fin, hoy me lo he pasado como un enano. Con la primera no, evidentemente, pero con las dos últimas sí.
De hoy he sacado dos conclusiones. Primero. Que es más fácil y relajado abrir un set de varias personas sentado que una TB sola andando. En el último caso la interacción prometes ser fugaz pero en el primero es más probable que sea más pausada, relajada, distendida... no sé, se me entiende, ¿no? Segundo. Teniendo en cuenta el IDI de la última TB, y algunos más de ambos sets, debo empezar a pensar en el enganche, ir más preparado para apilar abridores o rutinas y lograr enganchar o incluso algún cierre.
Para el próximo día, que no sé cuando será porque mañana es fiesta y a lo mejor no voy al centro, debería proponerme enganchar y posicionarme mejor; por ejemplo, si el set está en un banco y hay un sitio, sentarme.
El abridor ha sido el mismo que ayer: situacional de opinión: ¿qué le regalo a mi madre por el Día de la Madre? Aunque un poco más elaborado.
He bajado al McDonalds de Nuevo Centro a comer. Me he pedido una ensalada y me he sentado en una mesa alta. Me he puesto a repasar mentalmente el abridor que iba a usar cuando saliera del restaurante (si es que se le puede llamar restaurante a McDonalds) y me paseara por el centro comercial. De repente localizo a mis diez un set de dos TBs (TB8 y TB9). "¿Por qué tengo que esperar a salir de aquí para abrir un set?".
Me gustaría decir que he acabado de comer tranquilamente pero me asaltaba la impaciencia de asaltar al set (quizá por si se me esfumaba la osadía, quizá por quitarme de encima lo que tenía que hacer).
Eran dos y estaban sentadas a una mesa de cuatro, así que quedaban dos asientos libres. El de dentro, con la espalda en la pared, estaba casi inaccesible puesto que había que hacer malabarismos entre dos mesas. El de fuera, una silla de plástico, era el que había fichado para sentarme.
Me acerco a la silla donde iba a sentarme y: mierda, una de ellas ha dejado el bolso ahí. La otra ha dejado el bolso en el otro asiento. La colocación se me ha ido a la mierda. He tenido que quedarme de pie e inclinarme sobre la mesa. Me he apoyando colocando los antebrazos sobre la mesa, pero ahora pienso que no debería haberme apoyado tanto.
ReadOnly: Hola chicas. Tengo hasta las cuatro para comprarle un regalo a mi madre. Dadme ideas.
Imperativo. No he dicho "¿puedo haceros una pregunta?" ni "perdonad que os moleste". Me había propuesto no hacerlo y eso lo he conseguido. A veces tengo el problema de que me sabe mal molestar e interrumpir así que, educación aparte, quería quitarme ese impulso incontrolable de ser tan precavido.
TB8: Pues ves a Mango. Nosotras trabajamos ahí. ReadOny: No puedo regalarle ropa porque no me sé sus tallas y como comprendereis no puedo llamarla para preguntárselo.
He dicho la verdad sin darme cuenta de que estaba evitando un aro. Me acabo de dar cuenta ahora.
TB8: Pues regálale un perfume. TB9: O una cartera. Una cartera siempre es útil. TB8: Yo creo que lo mejor es un bolso. TB9: Sí, un bolso es lo mejor. Con eso seguro que no fallas.
"Muy bien. Un bolso es lo mejor, es la conclusión final. Estás incómodo, mal colocado, no te has falcado, no hay enganche y en dos segundos no se te ha ocurrido nada. Hora de irse, ReadOnly."
ReadOnly: Muchas gracias, chicas. Hasta luego. TB8: Hasta luego.
La verdad es que he salido muy contento. La conversación ha sido más larga que con las aperturas de ayer, he estado más decidido y no he estado ni la mitad de nervioso.
Para mañana debería: Uno. Volver a abrir como mínimo dos sets. Dos. Intentar usar un abridor más atrevido, aunque sea indirecto, pero al menos que no sea situacional. Por ejemplo, "pato o pingüino". Ese precisamente no, porque no me lo visualizo, pero uno de ese estilo. La verdad, creo que eso me será bastante difícil.
Pues sí, aunque no sabría si tomármelo como un bazucazo total.
He llegado como todos los lunes a la clase de aeróbic, esta vez dispuesto a poner en marcha el método directo que Henky me recomendó si aparecía Sandra. Y ha aparecido, tarde como siempre. He preparado el CD y lo he puesto en marcha para que no se oyera mucho lo que le iba a decir. Me he acercado y le he dicho: ReadOnly: Sandra, cuando acabe la clase no te vayas porque tengo que decirte una cosa muy importante. Sandra: Ah vale. Y me ha sonreido.
Como todos sabemos y me recordó ayer Sánchez, nos tenemos que visualizar alcanzando el objetivo y si yo ya me visualizaba, con esa sonrisa ya lo he visto tan claro como puedo ver ahora mis manos.
Terminada la clase por fin nos hemos quedado solos... Iba a intentar poner cara sexy, como recomendaba Henky, pero como he presentido que me iba a quedar un poco artificial, he decidido pensar en lo que me iba a divertir y la sonrisa me ha salido sola. ReadOnly: Lo que te quería decir es que me pareces una chica muy atractiva y quiero conocerte mejor. Silencio... y leve sonrisa. ReadOnly: Por lo poco que te conozco pareces una chica inteligente, misteriosa... y quiero comprobarlo. Sandra: Ya... Silencio... Sandra: Es que ahora estoy a medias con un chico... ReadOnly: Ya. Sandra: Bueno, no estamos saliendo ni nada, no es nada serio... Y yo pensaba: cómo me tengo que tomar ese “no es nada serio”. Sandra: ... pero de momento no quiero nada más.
Abridor situacional de opinión: ¿qué regalarle a mi madre?
Sin enganche, tampoco lo buscaba, he cortado yo la conversación. Sólo quería abrir, que es lo que pretendo esta semana. Ambos eran sets de uno. Primero he pedido a una dependienta de perfumería que me aconsejara algo que no fuera de perfumería. Después me he obligado a abrir a alguna chica que no fuera dependienta puesto que éstas, pese a preguntar algo que no sea de su sección, están "obligadas" a atenderte y ser solícitas.
Me ha costado, la verdad, más de lo que pensaba después de las aperturas de ayer. Es más, puede que me haya mostrado un poco tenso y las TBs lo hayan percibido.
En fin, mañana más. Mínimo dos.
Objetivos: 1. Que sean sets de más de una. Y si cae alguno mixto, mejor. 2. No tener que estar casi solo para hacerlo. Es decir, que haya gente cerca que me pueda oir.
Mi amigo Kekos tiene 14 años. Mi amigo Kekos tiene una imaginación desbordante. Mi amigo Kekos ve más allá. Mi amigo Kekos se sale de lo normal (por suerte). Mi amigo Kekos, por fin, tiene un blog.
Doy clases de aeróbic. Yo doy clase los lunes, otra monitora da los miércoles y otra distinta da los jueves. Hasta ahora sólo iba los días que me tocaba dar clase pero esta semana ha sido fiesta en Valencia el lunes y no quería dejar pasar la semana sin hacer mi horita semanal de deporte. Teniendo en cuenta, además, que parece que el calor va a instalarse definitivamente por estos lares, que las chicas empiezan a lucir escotes y que dentro de nada estaremos en la playa, decidí que debería aumentar mi ración semanal de deporte y disminuir la de donuts de chocolate. Así que era imprescindible que ayer (miércoles) fuera (como alumno) a la clase de step. En cuanto llegué a la clase, Elvira, alumna mía, resumió en una frase todo este párrafo:
"¿Qué, Román? ¿Operación bikini?" "Ya te digo, tía", respondí.
Pues sí, Raquel, por aquí empieza a hacer calor. Ya me voy al trabajo en mangas de camisa y vuelvo a llevar los bolsillos de los vaqueros petaos de cosas: la cartera, el monedero, las llaves, el móvil... a falta de una cazadora donde poder llevarlo. He perdido mis gafas de sol y por las mañanas parezco un chino. Tanto en el coche, que tengo el sol de frente todo el trayecto, como andando por la calle, que también lo tengo de frente. Por lo demás, tomarse un café o una caña en la calle vuelve a ser una experiencia relajante y hasta mística, se vuelve más agradable disfrutar del aire en el parque y andas por la calle en mangas de camisa más suelto, más ligero.
Ya cuando conocí la Comunidad no sentía ninguna vergüenza por ello. Como dice Mario Luna en la Carta al Lector en el SexCode y como dijo Egoland en la super-conferencia del 1 de marzo en Madrid, “Felicidades, porque comprar un libro como éste o asistir a una conferencia como ésta significa que has reconocido una carencia que no es fácil de aceptar”. Y si es difícil de aceptar para uno mismo, imagina ir proclamando sin tapujos que inviertes dinero y tiempo en un método para aprender a ligar.
Como digo, cuando conocí la Comunidad no sentí ninguna vergüenza. La razón es que yo ya hacía tiempo que había empezado mi proceso de desenfruscamiento. Lo hice a través de una terapia, digamos, “convencional”, es decir, a través de una psicóloga licenciada, de las de toda la vida, a la que se le paga ciertos euros (bastantes) por una hora de consulta; por supuesto, era una terapia para dejar de ser frusco, no para convertirme en un AVEN. Si yo hubiera conocido la comunidad siendo todavía un frusco completo creo que mi reacción hubiera sido diferente, pero eso ahora importa poco.
Sin embargo, pese a no avergonzarme, tampoco lo he ido aireando. Nunca he escondido los libros (el de Style, el de Mystery, el de Mario), de modo que las personas que han entrado en mi habitación, los han visto y han preguntado, han obtenido una explicación dada con toda naturalidad y sinceridad de lo que eran. Pero la cuestión es que casi nadie que me conozca conoce la Comunidad (al menos a través de mí) y mucho menos que quiero pertenecer a ella.
Mi primera mentira vino hace un par de semanas, cuando mentí a mis padres y a todo el que quería hacer planes conmigo el sábado 1 de marzo diciendo que me iba a Madrid a un curso sobre diseño web. Para el que no lo sepa, ese día hubo en Madrid una magnífica super-conferencia sobre Juego Interno impartida por Cachondo Mental y ahí es donde fui. Dije la verdad sobre casi todo: conté que iba a Madrid, que iba a una super-conferencia, seminario, como lo queráis llamar, conté que estuvo genial, que había gente de toda España, cuál era el horario, dónde comí y dónde se impartió; sólo mentí en el contenido de la conferencia: dije que era diseño web.
Haber mentido instintivamente a los que me rodean cuando yo nunca había ocultado activamente mi pertenencia a la Comunidad me hizo preguntarme por qué lo estaba haciendo. Me planteé que a lo mejor sí sentía vergüenza por tener que ser adoctrinado en esto de atraer mujeres pero me dí cuenta de que no era así. Mentí porque no me apetecía soportar cierto tipo de preguntas ni comentarios. Yo ya presentía que la Comunidad podía no ser percibida con mucha seriedad por mucha gente. Supongo que el primer indicio fue ver a Mario Luna en un video parando a una chica en la Plaza de San Lorenzo de Valencia diciendo “Yo soy públicamente conocido por vender motos a lo largo y ancho del país”. Eso me hizo pensar que alguien le había acusado de vendemotos. Otro día, por ejemplo, mi hermano ojeó unas páginas del SexCode y sentenció: “Vaya chorrada, para esto no hace falta comprarse un libro”. A lo que yo pensé, “no te jode, tú eres un natural, pedazo de cabrón”.
Y supongo que por esto algo en mi interior ya preveía lo que tendría que aguantar en caso de decir la verdad y dije a todo el mundo que iba a un curso de diseño web.
Pero anoche volví a confirmar la imagen que la gente tiene de la comunidad.
Día: Domingo 9 de marzo de 2008 Hora aproximada: 2:00 a.m. (o sea, la noche del sábado) Lugar: Pub Akuarela, calle Juan Llorens, Valencia
Había llegado allí con mi amiga Jessi (TB 7) una media hora antes, el local no muy lleno, nos habíamos pedido sendos cubatas y nos habíamos posicionado al lado de la cabina del DJ. He de decir que Jessi no es un Objetivo, ni RE, ni REM, es sólo una amiga de hace tiempo. De hecho, allí nos encontramos con su novio, que también es buen colega mío y había salido de fiesta con sus compañeros de trabajo.
Pues como digo, se habían hecho las dos y poco, el local ya estaba bastante lleno y allí que nos hallábamos bailoteando Jessi y yo. De repente aparece él, a metro y medio escaso de mí.
“Coño, es Mario Luna. No, no puede ser, Mario es más alto. Bueno, no sé, al fin y al cabo sólo lo he visto en videos y a lo mejor en los videos parece más alto. Joder, claro que es él.” Y por si me quedaba alguna duda, se para delante de una TB que había delante de mí y con sólo 15 segundos de conversación le da un beso en la comisura de los labios. Quizá fuera un pico, pero no lo vi bien porque la muchacha estaba de espaldas a mí. Entonces ya no tenía ninguna duda.
—¿Qué miras? —preguntó Jessi.
—¿Ves a ese tío? —le pregunté yo.
—Sí.
—Pues es uno de los mejores seductores de España. Puede que el mejor. Desde luego es el más famoso.
Jessi hizo una mueca como de “ya ves”. La verdad es que me cortó un poco. Debí haberlo imaginado, no puedo esperar que todo el mundo sienta la admiración que siento yo por los seductores. Mario pasó de largo y al cabo del rato volvió con un ala, alto, moreno, con el pelo largo (o quizá Mario fuera el ala, quién sabe). Abrieron un doset justo enfrente de mí y en unos minutos Mario ya cogía la mano de su objetivo (alguna rutina de manos). Luego cada vez más kino y la lástima es que no vi el cierre. Me fui un momento a hablar con mi amigo (el novio de Jessi) y cuando volví Mario y su compañero se habían esfumado y el doset volvía a estar solo con los móviles en la mano.
Durante todo el proceso intenté no perder detalle. Jessi también miraba y cuando veía el kino que ya estaba llevando Mario con su objetivo decía “qué fuerte”. Y yo me decía a mí mismo: “me gustaría saber qué es exactamente lo que está indignando a Jessi”.
Al cabo de un rato nos cansamos y los tres (Jessi, su novio y yo) nos encaminamos hacia nuestros coches.
Jessi seguía con esa actitud mezcla de incredulidad, indignación y menosprecio hacia lo que acababa de ver. ¿Por qué? No lo sé. ¿Por celos? ¿Por que en el fondo sabía que un chico podía acercársele en un local y seducirla y se sentía manipulada, vulnerable?
—Entonces —iba diciendo Jessi— éste se le ha acercado y ha dicho “Hola, soy Mario Luna, uno de los mejores seductores de España”?
—Jessica —respondí—, te aseguro que si se acerca y dice eso tiene pocas probabilidades de conseguir nada.
Mentía. Hace unas semanas ese abridor me hubiera parecido suicida pero después de oir a Egoland en la conferencia de Madrid ya todo me parece posible. De todos modos le comenté a mi amiga el método que creía que había seguido Mario.
—Supongo que habrá abierto con algún comentario más suave, que no ponga a la chica en guardia, tipo “perdona, estoy haciendo una encuesta electoral”.
—Aaahhh —asintió Jessi, mostrando que eso le cuadraba más.
—Luego habrá ido avanzando —continué—. ¿Has visto cuando le cogía la mano a la chica? Seguramente estaba haciendole algún jueguecito rollo “voy a leerte las líneas de la mano”. Así la va llevando a un estado psicológico donde se encuentra más receptiva a más contacto físico y así...
Jessi no dijo nada. Miraba al suelo con una media sonrisa, como pensando que era un buen método, quizá pensando que de esa manera también la hubieran seducido a ella.
—Este tío, Mario Luna, hace años no se comía un rosco. Hasta que se le llenaron las bolas y empezó a investigar para convertirse en lo que es hoy.
—¿Y para eso hace falta investigar?
“¿De verdad todo el mundo encuentra todo esto tan básico cuando para mí ha supuesto una revelación?”, pensé.
—Antes cuando estaba con mis compañeros —empezó a contar el novio de Jessi—, había una chica en el pub que estaba sola. Nos hemos dado cuenta que al lado había un grupo de chicos mirándola. Se le ha acercado uno con aires de chulito y al rato estaba la tía con cara de “qué pesao”. El tío ha vuelto con su grupo como diciendo con la cabeza “no hay nada que hacer”. Luego se le ha acercado otro del grupo y lo mismo.
Y mientras mi amigo contaba eso yo pensaba: “¿Y me estáis preguntando si hace falta investigar para aprender a seducir?”
Y anoche recordé por qué hace dos semanas empecé a mentir diciendo que iba a Madrid a un curso de diseño web. Tengo esa sensación de que sólo me van a comprender los otros miembros de la Comunidad.
... es aquella que se produce cuando pasas dos jornadas de trabajo (16 horas) intentando resolver un problema y pasado ese tiempo obtienes la solución.
La parte dulce es haber dado con la solución después de tan arduo trabajo.
La parte amarga es darse cuenta de que la solución podría haberse encontrado en cinco minutos de no haber pasado 15 horas y 55 minutos buscando en el sitio incorrecto.
En septiembre cumplí 30 años. Como a otros muchos, no me sentó muy bien. Y hablando con un par de amigos coincidimos en el mismo sentimiento: que el tiempo pasa. Pero el hecho de que el tiempo pase es algo de cajón, sucede siempre, desde que nacimos y todo el mundo lo sabe. ¿Por qué, entonces, tomar conciencia de ese hecho nos hace sentirnos mal el día de nuestro trigésimo cumpleaños?
Por las cosas que se nos han quedado por hacer. La vida son etapas y cuando cumples 30 años significa que ya has pasado, como mínimo, un par de ellas. Quizá esperábamos hacer más cosas en esas etapas. O quizá el problema no esté en el pasado sino en el futuro. Quizá esperamos hacer muchas cosas en esta vida y cuando cumplimos 30 pensamos que deberíamos estás más avanzados en el camino, se nos va a acabar el tiempo y no lo habremos hecho todo.
Han pasado 10 años desde que cumplí 20: otro hito en mi vida. Y uno hace balance y piensa: “Joder, cuánto tiempo he perdido y cuantas cosas pude hacer, no hacer o hacer de otra manera. Si pudiera volver a cumplir 20 años con lo que sé ahora”.
Por suerte he aprendido muchas cosas desde los 20 años.
Primero. Los 20 años no son un hito. Ni los 30. Ni los 40... Eso son hitos psicológicos porque contamos los años en decimal y esos números son redondos pero no han supuesto nada importante en mi vida. Hitos en mi vida, por las cosas que viví, fueron los 14, los 21, los 28. Casualidades de la vida, yo debería contar los años de 7 en 7, no de 10 en 10.
Segundo. Nadie sabe a los 20 años lo que sabrá a los 30. Todos haríamos muchas cosas si volviéramos a cumplir 20 con lo que sabemos ahora. Pero es lo que hicimos, lo que hicimos bien, lo que hicimos mal, los aciertos y lo errores, lo que nos hace como somos. Y yo estoy contento con lo que soy. El placer de volver a encontrar el camino sólo se puede experimentar si te has perdido primero.
Tercero. Hay que mirar hacia adelante, no hacia atrás. No se sabe lo mismo a los 30 años que a los 40 años. En lugar de pensar todo lo que no se ha hecho en estos 10 años hay que pensar en todo lo que se puede hacer en estos 10 que vienen para no estar en las mismas al cumplir 40.
Como he dicho antes, la vida son etapas. Y hay un tiempo para pasar de una a otra. Si se nos quedó algo pendiente hay que saber aceptarlo. A veces corremos para no perder un tren. Hay que saber darse cuenta de cuándo es inútil correr porque ya no lo cogeremos, y coger otro distinto. Si no nos damos cuenta de eso, nos pasamos corriendo detrás del primer tren durante toda nuestra vida, y acabamos no subiendo a ninguno. Lo que hay que hacer es, en definitiva, algo que nunca pensé que resultara tan difícil: pasar página.
La diferencia al mirar atrás habiendo pasado página o no es abismal. Cuando sigues enganchado en aquella etapa sólo encuentras malestar, frustración, decepción contigo mismo por no haber conseguido lo que te propusiste y ansiedad porque ves que pasa el tiempo y que cada vez tienes menos posibilidades de hacerlo. Cuando has pasado página comprendes que aprendiste de tu fracaso, que tus objetivos han cambiado y que sólo tú te sigues obligando a conseguir aquello. Pero sobretodo, que aquel acierto o fracaso no determina tu vida.
Todo esto son reflexiones difíciles de interiorizar, lo reconozco. Yo, al menos, estoy en ello...
Imagina que te ponen enfrente una máquina del tiempo y te ofrecen la posibilidad de volver al pasado para repetir alguna etapa de tu vida. Una segunda oportunidad para enmendar algún error, cambiar algo de tu vida que no te guste o revivir alguna mala experiencia de otra manera. ¿Qué harías? ¿Volverías?
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