Historias, opiniones y demás vómitos intelectuales...

martes, 30 de septiembre de 2008

Me acaban de joder la apostasía


Como bien puede leerse en Edmundo:

El TS exime al Arzobispado de Valencia de anotar las apostasías en los libros de bautismo

Yo que la tenía medio empezada y que lo próximo era denunciar al arzobispado ante la Agencia de Protección de Datos.

Putos jueces beatos...

domingo, 28 de septiembre de 2008

Cómo llevar una boya de señalización


Atentos a la entrada de hoy, que será una de las pocas veces que podréis ver a ReadOnly. Y ReadOnly es concretamente el que está agachado. Corcho, ya hablo como el César, en tercera persona... Y a la derecha Chili y su boya: la boya de la discordia.



Lugar: Cala Racó de Calpe
Fecha: Domingo 14 de septiembre de 2008
Hora: 16:47
Temperatura ambiente: 28 grados
Temperatura del agua: 24 grados
Humedad relativa: Ni puta idea, como siempre


Para el que no lo sepa, es recomendable (u obligatorio, no lo sé) que los submarinistas lleven una boya señalizadora cuando salen de las zonas para bañistas. La boya lleva su correspondiente cordelito y uno de los buceadores que vayan delante lleva el cordelito; así la boya persigue a los submarinistas por la superficie.

Chili: Como tú vas en el grupo de cabeza, lleva tú la boya.
ReadOnly: Vale, ¿y esto cómo se coloca?

Yo nunca había llevado una boya.

Chili: Pues colócate el extremo debajo del guante.

Pero de momento no llevo guantes, aunque debería, por el tema de tocar posibles bichos urticantes y tal. Así que como el extremo de la boya llevaba un mosquetón, me lo enganché al chaleco.

Hora: 17:15 aproximadamente
Profundidad: 10 metros aproximadamente


Estábamos casi en el ecuador de la inmersión cuando Jorge, el líder del grupo, hizo la señar de bajar. Era un poco extraño porque ya estábamos en el fondo a diez u once metros de profundidad. Normalmente cada uno va a la altura que quiere; hay gente que va a ras de suelo pero yo prefiero ir un metro por encima del fondo: tienes más campo visual. “Querrá que nos posemos en el fondo para decirnos algo”, me dije.

De repente lo entendí cuando empezó a irse la luz. “Joder, qué rápido se ha nublado”, pensé. Miré hacia arriba y ahí estaba el Nautilus, un barco como una catedral con el suelo acristalado para que los turistas puedan ver el fondo marino. “Mierda, ¿y la boya?” Miles de ideas pasaron por mi mente como un rayo. La imagen de la boya enganchada en la hélice, la hélice enrollando el cordel y el cordel tirando de mí hacia arriba. Y yo sin cuchillo. ¿A cuántas revoluciones por segundo gira una hélice de barco? ¿Cuánto puede tardar en enrollar diez metros de cordel? ¿Lo suficiente para que me diera tiempo a desenganchar el mosquetón? ¿Se puede desenganchar un mosquetón cuando el cable está tenso?

Todo estaba lleno de burbujas. Yo miraba hacia arriba buscando la boya y veía el cable que salía de mi chaleco pero el cable subía y se difuminaba en una nube blanca y azul de burbujas. Un tiempo precioso buscando la boya que podría haber invertido desenganchando el mosquetón del chaleco pero ya se sabe: a posteriori se ve siempre todo muy claro.

Por fin la vi. A cinco metros del barco. Empecé a tirar del cordel todo lo rápido que pude para alejarla del Nautilus hasta que estuvo lo suficientemente lejos. En ese momento me desenganché el mosquetón y a partir de ese momento lo llevé en la mano como un niño que lleva un globo de feria pero sin anudármelo al dedo.

Hora: 17:40
Profundidad: Superficie


Chili: Es que no te tienes que enganchar la boya. Por eso yo me meto el mosquetón debajo del guante y listo.
ReadOnly: Menos mal que me has avisado...

jueves, 25 de septiembre de 2008

No era ningún secreto...

Ignorabas algo y parecía el secreto mejor guardado sobre la condición humana. De repente, cuando lo descubres, parece que todo el mundo ya lo sabía...

El arte de fingir un orgasmo

Y al secreto al que me refiero no es el de fingir un orgasmo, cosa que, que yo sepa, nunca me ha tocado. Y si me ha tocado me quedo con el "que yo sepa" (ojos que no ven...)

lunes, 22 de septiembre de 2008

Lo dejo


Un frusco (frustrado común) no es una persona que no liga; hay muchas personas que no ligan y no son fruscos. Un frusco, como su propio nombre indica, es una persona que no liga y se siente frustrado por ello.

Como bien sabemos en la Comunidad de la Seducción, los fruscos los crea la sociedad. Eso no es nada nuevo. Les confunde, les anula la capacidad de seducción. Pero no es lo único, además es tan cínica que les convence de que su objetivo es seducir. “Mira chato, tienes que ligarte muchas tías, cuantas más mejor. Es tu objetivo y si no lo consigues serás un mierda. Pero tranquilo que te voy a confundir y no vas a tener ni idea de cómo hacerlo.”

Es decir, introduce en el individuo la necesidad de autorrealización de ser un seductor. Introduce ese objetivo en la mente del hombre, esa meta a conseguir. Y al final el frusco acaba pensando que eso es lo que se espera de él. Y pasa de creer que es lo que quieren de él a creer que él mismo es el que lo desea.

Cobrarse la pieza

Existen todavía unas creencias muy machistas sobre la seducción. Y son las que nos dicen que tenemos que ligarnos muchas mujeres. Y cuantas más mujeres y más atractivas sean, mejor. Acaba siendo como un deporte: nuestros éxitos se miden por cuántas piezas hemos cazado y la calidad de las mismas.

Esto lo he podido comprobar conmigo mismo con la última chica que seduje. Me puse a ello, apliqué las técnicas, por decirlo de alguna manera, y en cuanto me hube enrollado con ella di la seducción por exitosa. A partir de aquel momento ya me daba igual lo que sucediera. Por supuesto, la chica me gustaba y yo quería llegar más lejos pero ya consideraba el trabajo como bien hecho. Y por supuesto que cada uno considera una seducción exitosa según sus criterios. Yo estaba en la Comunidad para demostrarme que podía gustar a una mujer lo suficiente para que se enrollase conmigo y automáticamente mis seducciones se dan por buenas en cuanto eso sucede.

Así que al final todo el tema de sentimientos, amor y demás queda en un segundo plano, eclipsado por el Reto. Los sentimientos por la chica quedan detrás del júbilo por haberse cobrado la pieza. Otro ejemplo lo da Style cuando, en un local de copas, consigue el teléfono de un rubia de bandera que, de tan despampanante, nadie se atrevía a acercarse. Y él mismo reconoce esa sensación cuando dice que lo que menos le importa es la posibilidad de tener sexo con aquella mujer, que como mujer en sí misma no tiene ningún interés; lo que más le importa es haber dado una demostración de cómo era la seducción perfecta, delante de sus alumnos.

La Comunidad y el Juego

Yo no creo que la Comunidad aporte el mejor remedio para los fruscos. Más bien al contrario, la Comunidad alienta ese espíritu deportivo y la prueba es que la seducción se considera un juego. La Comunidad no le enseña al frusco que esto no es un juego, sino que le enseña a ganarlo. Y a partir de aquí, al seductor de la comunidad, haya sido frusco o no, le pueden suceder dos cosas: que vea la luz y se dé cuenta de la pantomima, o que no se dé cuenta y acabe contabilizando su éxito como aven (seductor) por la cantidad de tbs (tías buenas) que seduce por unidad de tiempo, y la puntuación de las mismas.

Así, el aven acaba pasa de ser el perdedor al ganador del juego, pero está igual de alienado que lo estaba el frusco, puesto que la alienación consiste en ese instinto de ganar, de considerar todo esto como un juego.

Son pocos pero famosos los casos de avens que han dicho que se retiraban porque se habían dado cuenta de que se habían “robotizado” y que se notaban extraños, que de repente aquello no tenía sentido. Que hayan conseguido o no dejar la Comunidad es otra cosa, pero lo intentaron. ¿Qué decir de Mystery, tal y como lo presenta Style en su libro? Un frustrado en todas las facetas de su vida excepto en seducción, una imagen en negativo de muchos fruscos; un tío cuyo objetivo era conseguir el mayor número de conquistas y cuando llega al tope en que no puede mejorar, cae en profundas depresiones, diciendo que “la vida no tiene sentido”.

Otro ejemplo de todo esto es la anécdota que cuenta Mario Luna sobre su experiencia con las prostitutas. Lo que él mismo llama tocar fondo. Pagar por follar es una cosa que te puede parecer bien o mal. Y te puede parecer mal por muchas razones, por ejemplo, porque compadezcas a las pobres chicas cuyas desgraciadas circunstancias las han llevado a meterse a putas. O porque te dé cosica meterla ahí donde la ha metido vete a saber quién. Que también es tratar a la muchacha un poco como un objeto pero en fin: aceptamos barco. Pero cuando te parece mal porque te lo tomas como un fracaso, como una rendición, como una derrota en un objetivo que te habías impuesto, algo falla. Y precisamente bajo esa premisa se convirtió Mario en uno de los mejores avens.

Lo dejo

La mentalidad de juego me ha estado haciendo daño desde hace muchos años. La mentalidad de juego, de reto, de objetivos, de misión por conseguir, de puntos por marcar; la mentalidad en que si lo consigues has ganado y si no, has perdido.

Una mentalidad que me ha llevado a necesitar seducir a casi cualquier mujer que se me pusiera por delante, y cuanto más atractiva más grande era la necesidad. Una necesidad falsa, que incluso me llevó a pensar que todas aquellas chicas me gustaban, o que estaba enamorado de ellas. Lo que me destrozó no fue fracasar con todas aquellas chicas porque me gustaban y no me sentía correspondido; lo que me destrozó fue enchocharme con ellas de una manera tan automática. Dicho de otra manera: lo que me jodió no fue perder, sino jugar. Y ahora puedo decirlo porque tengo testimonios de hombres que, en mi misma situación, ganaron el juego, y se liaron con todas aquellas chicas, para acabar igual de vacíos que me sentí yo.

En las relaciones sexuales y/o sentimentales no se gana ni se pierde. Se tienen o no se tienen.

Dicen que hay algo más difícil que aprender algo: desaprenderlo. Y la Comunidad no es un buen sitio donde deshacerme de esas creencias tan interiorizadas de objetivos cumplidos o por cumplir. El Juego no es un aspecto más de la Comunidad del que se pueda prescindir, ya que la Comunidad se basa en él. La terminología, las técnicas, las conversaciones entre avens, los seminarios... La filosofía en sí de la Comunidad está basada en el Juego.

Y yo ya no quiero jugar más...