Historias, opiniones y demás vómitos intelectuales...

viernes, 30 de enero de 2009

Estrategia de ataque JcE


Ignoro si lo que voy a describir es una estrategia exclusiva de World of Warcraft o se emplea en general en todos los videojuegos masivos. Voy a describir la manera en que los grupos se organizan para jugar el JcE (o PvE en inglés).

JcE significa "jugador contra entorno" (player versus environment) y se refiere a las situaciones en que los jugadores luchan contra monstruos controlados por una inteligencia artificial de la máquina.

Distinguimos básicamente tres tipos de funciones que puede cumplir un personaje de cara a enfrentarse a un monstruo, que se corresponden más o menos con tres filas de ataque, cada una a una distancia del enemigo. Estas tres funciones son: tanque (tank), dps y curandero (healer o heal, a secas).

El tanque está preparado para llevarse los golpes. Suele tener una armadura muy fuerte y mucho aguante con lo que podrá soportar golpes más fuertes y durante más tiempo que los jugadores de los otros dos grupos. Su función es aguantar los golpes del monstruo pero también asegurarse de que el monstruo le va atacar sólo a él, ya que si el monstruo se dirige contra un jugador de los otros dos grupos, lo más probable es que lo mate. "Eh, bicho, ¿dónde vas? Mírame a mí, que estoy aquí". Evidentemente, el tanque se sitúa en la línea de vanguardia.

El dps (daño por segundo). Son los jugadores que más daño hacen por segundo. Digamos que son los que se encargan de matar al monstruo lo antes posible mientras los otros hacen sus funciones de distracción y cura. Aunque un tanque puede hacer daño mientras soporta los golpes no suele ser mucho y si lo es mejor, pero no importa; los curanderos, aunque pueden hacer daño, se pasan la mayor parte del tiempo curando, así que su daño también es trivial. Pueden colocar en la línea de vanguardia si hacen daño cuerpo a cuerpo o a la distancia máxima si hacen daño a distancia.

Los curanderos (que mal me suena llamarlo así cuando estoy acostumbrado a llamarle healer) se encargan, como su propio nombre indica, de curar a los jugadores a los que el monstruo golpee para evitar que mueran. Como los que más golpes reciben son los tanques, y lo ideal es que sean los únicos golpeados, en los grupos grandes se suele asignar un curandero exclusivo para cada tanque y los demás echan un vistazo general a los dps y a ellos mismos. Los curanderos se sitúan en la retaguardia.

Así pues, de vanguardia a retaguardia tendríamos:
Tanques: distraen al monstruo y soportan los golpes
Dps: provocan daño al monstruo para matarlo
Curanderos: curan al jugador que lo necesite

martes, 20 de enero de 2009

Inmersión nocturna del 10 de enero


La idea era bucear el sábado por la noche en Jávea, hacer noche allí y bucear el domingo por la mañana en Altea, pero el domingo el agua estaba movida y turbia, así que decidimos que era más provechoso ir a almorzar y meternos un bocadillo entre pecho y espalda.

Pero el sábado por la noche buceamos. Lloviendo pero buceamos.

Pues hacia Alicante salimos Toni, MartaOP, Manazas y yo. Cuando salimos de Valencia por la autopista de peaje hacia Alicante no hacía mal tiempo, pero aproximadamente al entrar en la provincia de Alicante vimos un nubarrón negro sobre las montañas de delante.

Efectivamente, no tardó en empezar a llover a cántaros y al llegar a Jávea la cosa no mejoraba mucho. Llegamos al hotel, nos registramos y decidimos ir al lugar de la inmersión por hacer algo, porque no pensábamos bucear.

ReadOnly: Mira ese coche de delante, Toni. ¿Irá también a la Granadella?
Toni: No creo, se quedará en alguna urbanización de aquí. Debemos ser los únicos que vamos a bucear en todo Jávea.

La lluvia caía sobre el parabrisas y los limpia iban de un lado a otro.

ReadOnly: En toda la provincia de Alicante, diría yo.

Llegamos a la Granadella y la lluvia había remitido bastante; sólo quedaba un molesto chopabobos. Sacamos las linternas y fuimos a ver en qué estado estaba el agua, recorriendo las rocas que iban saliendo a mar abierto. El agua estaba como una balsa de aceite y cuando iluminábamos el fondo parecía que la visibilidad era buena, así que decidimos meternos.

Al volver hacia los coches vimos un coche patrulla de la Guardia Civil que se dirigía hacia nosotros picando rueda.

Agente: Buenas noches.
Manazas: Buenas noches. Hemos venido a bucear.
Agente: ¿Pueden abrir los maleteros, por favor?

No se lo creía. Normal: yo tampoco lo hubiera creído. A estas alturas ya sabemos que algunas noches llegan a Jávea embarcaciones cuya intención es ser “discretas” porque la licitud de su carga es más bien dudosa.

Manazas: Estos se han creído que venimos a recoger algo.
Toni: Venga chicos, que ha parado de llover. Vamos a equiparnos antes de que empiece otra vez.
ReadOnly: Sí. La risa va a ser como salgamos del agua y caigan chuzos de punta.

Nos equipamos y nos metimos en el agua. Cuando nos metimos en el agua y ya nos llegaba por la cintura, empezamos a ponernos las aletas. Justo en ese momento apareció un coche de la policía local.

Toni: Nunca me han parado buceando en ocho años y esta noche me van a pedir la documentación dos veces.

Los trastos en los coches, los coches cerrados, la policía local que se acerca y nosotros con estos pelos.

Manazas: Como nos hagan salir del agua me corto las venas.

Por suerte no nos pidieron documentación; se apiadaron de nosotros. Se acercaron a la orilla y nos gritaron:

Agente: Buenas noches.
Manazas: Buenas noches.
Agente: Pescar por la noche no, ¿eh?
Manazas: No, tranquilo.
Toni: Ni por el día tampoco, que vamos con botella.

Para el que no lo sepa, en España sólo se puede pescar en apnea; está prohibido pescar con escafandra.

ReadOnly : Tú no te hagas el listo a ver si nos hacen salir.

La idea era seguir la pared norte hasta encontrar una cuevecilla que Toni conoce, asomar la cabeza y volver, o dar media vuelta cuando el primero llegara a 120 atmósferas, aunque no hubiésemos encontrado la cueva.

Nos sumergimos y empezamos. La visibilidad no estaba mal para estar el tiempo como estaba esos días, pero la corriente era muy fuerte. Nos arrastraba y nos costaba bastante mantenernos pegados a la pared. Entre eso y que la visibilidad era regular perdimos la pared un par de veces. Como estábamos a poca profundidad (7 metros máximo), Toni subía a superficie, se orientaba y volvía a bajar.

La cueva no la encontramos y cuando el primero llegó a 120 atmósferas (yo) emprendimos el regreso. Perdíamos la pared, nos desorientábamos y cuando entré en reserva (50 atmósferas), salimos y estábamos en el mismo sitio que en la última salida a superficie; habíamos estado buceando en círculos.

Toni a lo mejor está acostumbrado pero yo soy novato y encontrarte de noche lejos de la orilla, con corriente y sin aire en la botella, da como cosica.

Toni: Vamos a volver aleteando o no saldremos nunca de aquí.

Aleteamos pos superficie y salimos. Y el tiempo se portó bien con nosotros y no llovió mientras nos cambiamos. Eso sí, hacía un frío del carajo y los dos minutos que anduve descalzo experimenté un dolorcillo muy majo en los pies seguido por una repentina insensibilidad.

ReadOnly: ¿Estoy pisando gravilla? Creo que sí pero no lo sé seguro.

Y las autoridades también se portaron bien y no nos volvieron a dar el alto.

Nos lo pasamos muy bien. Una nocturna siempre es una nocturna, pero como la primera, ninguna.

jueves, 15 de enero de 2009

Interludio

Tengo esto muy descuidado.

Por un lado he estado de vacaciones. Nada que destacar, aparte de que pretendíamos tomar las uvas el 31 de diciembre bajo el agua pero al final se torció el tema.

Por otro tampoco he tenido mucho que contar.

Pero estoy vivo.

A ver si esta tarde, o mañana, o alguno de estos días, posteo la crónica de la última inmersión.

Stay tunned...