Primavera: carta a mi amiga Raquel

Doy clases de aeróbic. Yo doy clase los lunes, otra monitora da los miércoles y otra distinta da los jueves. Hasta ahora sólo iba los días que me tocaba dar clase pero esta semana ha sido fiesta en Valencia el lunes y no quería dejar pasar la semana sin hacer mi horita semanal de deporte. Teniendo en cuenta, además, que parece que el calor va a instalarse definitivamente por estos lares, que las chicas empiezan a lucir escotes y que dentro de nada estaremos en la playa, decidí que debería aumentar mi ración semanal de deporte y disminuir la de donuts de chocolate. Así que era imprescindible que ayer (miércoles) fuera (como alumno) a la clase de step. En cuanto llegué a la clase, Elvira, alumna mía, resumió en una frase todo este párrafo:

"¿Qué, Román? ¿Operación bikini?"
"Ya te digo, tía", respondí.

Pues sí, Raquel, por aquí empieza a hacer calor. Ya me voy al trabajo en mangas de camisa y vuelvo a llevar los bolsillos de los vaqueros petaos de cosas: la cartera, el monedero, las llaves, el móvil... a falta de una cazadora donde poder llevarlo. He perdido mis gafas de sol y por las mañanas parezco un chino. Tanto en el coche, que tengo el sol de frente todo el trayecto, como andando por la calle, que también lo tengo de frente. Por lo demás, tomarse un café o una caña en la calle vuelve a ser una experiencia relajante y hasta mística, se vuelve más agradable disfrutar del aire en el parque y andas por la calle en mangas de camisa más suelto, más ligero.

¿Qué tal por ahí?